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domingo, 10 de noviembre de 2013

Ayer en la noche, el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM participó con una carpa titulada "Exploradores Extremos del Universo" en la edición 2013 de la Noche de las Estrellas. Este año, cientos de científicos, divulgadores de la ciencia y estudiantes de carreras científicas, se dieron cita en las Islas de Ciudad Universitaria para hablar de una gran cantidad de temas de ciencia.

Nuestra carpa, que divulgaba temas como rayos cósmicos, búsqueda de vida en Marte y agujeros negros, se empezó a montar muy temprano, cerca de las nueve de la mañana. Poca gente sabe que cada taller, exposición o ciclo de conferencias de comunicación de la ciencia puede llevar meses de planeación. Los materiales, que usualmente crea un gran equipo de gente, se reparten en algunas horas.

Para atender nuestra carpa tuvimos cerca de cincuenta voluntarios, que pasaron muchas horas montando, platicando con los asistentes y repartiendo material. El ambiente del evento era festivo, siempre con música de fondo del escenario. Tanto nuestros voluntarios como los asistentes, se estaban divirtiendo mucho con las actividades.

Me encantó ver a los niños armando robots "samuelitos", pequeños modelos inspirados en el robot Curiosity que está buscando materia orgánica en Marte. Otra de mis cosas preferidas este año fue tocar la sorpresa que llevaron nuestros amigos del Museo y del Instituto de Geología: un par de meteoritas.

Cuando se acercaba el fin del evento, grandes cantidades de gente se acercaron a nuestro stand para participar en un último taller de armado de científicos mexicanos.
En la noche, la lluvia disipó el ambiente de fiesta. Los telescopios regresaron a sus fundas y la música dejó de tocar. El cielo nublado cubrió ciudad Universitaria cuando los divulgadores se fueron a dormir.

jueves, 4 de julio de 2013

Exposición "Cuántica" de Sebastian

Ayer en la noche visité la exposición "Cuántica" del escultor mexicano Enrique Carvajar González, también conocido como Sebastian. La visita tuvo lugar durante un evento privado para exalumnos de Universidades inglesas, en el que estuvo presente el escultor.

La muestra consiste en esculturas de distintos tamaños, hechas en metal. Estas piezas se empiezan a construir con uno o varios sólidos platónicos, que el escultor deforma para obtener formas caprichosas, con distintos tipos de simetrías. Al contrario del quehacer de los matemáticos, que trabajan con figuras geométricas que caracterizan con ecuaciones, Sebastian se imagina los objetos que quiere crear, para realizar una primera versión de sus esculturas en cartón. Acto seguido, realiza la pieza en metal. Para los que construimos poliedros durante nuestros años en la Facultad de Ciencias, es clara la enorme habilidad que se necesita para que los distintos lados de las figuras se encuentre en aristas perfectamente delineadas. Pareciera que el artista toma un objeto topológico que deforma a su antojo. No es coincidencia que el artista le de el nombre de geometría emocional a los objetos que resultan de este trabajo.

Aunque las obras presentadas me encantaron y como matemática veo claramente que son ensayos geométricos, el título "Cuántica" no me parece del todo adecuado para esta exposición. Al observar las piezas no pude observar una sola alusión a lo poco que sé de mecánica cuántica. Más bien me pareció que el título es una metáfora para presentar una serie de piezas a los que Sebastian les dio una forma caprichosa, una serie de objetos que no conocemos ni podríamos imaginar fácilmente. 

El uso de conceptos científicos está cada vez más en boga en el arte. Sin embargo, cuando veo algunos de los esfuerzos resultantes de esta mezcla, pareciera que los autores se perdieron la parte más emocionante de la ciencia y tomaron los conceptos de manera superficial. Por supuesto la intensión del arte no es reflejar literalmente la ciencia, sino tal vez inspirarse en ella. Pero, ¿qué cosas se le podrían ocurrir a un artista al entender más a fondo la mecánica cuántica? Ayer, en la exposición, Sebastian presentó una obra llamada "nube cuántica".  Después de ver la obra, lo invité a ver una nube de átomos fríos en el ICN y aceptó encantado la invitación. Me muero de ganas de ver lo que un artista como él podría crear al ver una nube de átomos de verdad. 


 

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